miércoles, 12 de septiembre de 2012

En tierras de VALDEPEÑAS


   
          Instalado aún el verano, recorro bien temprano la autovía de Andalucía en dirección sur. Los ánimos templados me indican que estamos en mitad de la semana. Hoy, hay tantos sitios por conocer, tantos clientes por ver, que curiosamente voy decidido. La emisora sintonizada vuelve a ser una radio-formula musical, estoy bastante harto de las radios convencionales con sus instrucciones políticas de turno dependiendo del dial.

         Necesito evadirme!!!

         Aunque en mi primera localidad me esfuerzo por conseguir la diapositiva del día, tras salir de sus calles sin marcar ni un borrón en mi libreta de pedidos, arresto sus imágenes adquiridas para otra mejor ocasión en que su población y más aun, mis clientes, tengan mejor afinidad hacia este humilde comercial.

       Nuevos pueblos recién acabadas las fiestas, clientes aún cerrados y otros recién abiertos, mis ganas no decaen hasta conseguir llegar bien entrada la mañana a la localidad de VALDEPEÑAS y como sus principales paisajes, tambien, ya estan plasmados en anteriores ocasiones, me acerco a las estupendas instalaciones que crearon tiempo ha, en recuerdo y veneración de nuestro  bien común, y en donde un diligente conserje me permite disfrutar del complejo para hacer unas fotos, sin cobrarme los 3 € de entrada al público por pasar al "Museo del Vino de Valdepeñas"


"Cansado de buscar sitios nuevos, pido cobijo en estas instalaciones ¿...? donde la sangre de la mancha corre por sus venas. Hoy tranquilo y deleitandome, porque hace unos díasan estaba de bote en bote la ciudad de ..."
Testo añadido por Facebook



         Gratos recuerdos, hace años, junto a mi mujer y mis padres, me invaden cuando traspaso sus puertas, y gracias a su esmerada calidad y sus multiples paneles explicativos, te envuelven en el mundo vitivinícola por todos lados, enseres y materiales de produccion se esparcen armónicamente en su patio interior, donde cientos de carros habrán vaciado sus remolques para poder luego elaborar la sangre de nuestra tierra. El buen vino de la Mancha y en este caso, el gran vino de Valdepeñas.



          Tantas cosas relacionadas con el buen comer y beber me abre el apetito, algo tampoco raro en mi persona, y para ocuparme de mi delicado estomago, salgo de su localidad para devorar con parsimonia una berenjena rellena con bechamel, más un redondo de pavo con salsa y patatas ( como podéis ver bajo estas lineas ) en casa de unos buenos amigos de Manzanares, que junto a la autovia A-4, dirección Madrid y en el p.k. 186, regnta el Restaurante La Flor de la Mancha, que aun repleto de comensales te tratan con su amabilidad tradicional.





        Tras apretarme en su totalidad el suculento menú económico apto a todos los bolsillos, y mientras doy los últimos sorbos al café, comparto la imagen del día por la red y rápidamente comienzan a florecer los comentarios y los "me gusta". En esta ocasión el juego dura mas bien poco, pues entre la búsqueda incansable de Maika por internet y la aportación de las foraneas del lugar, Rocio y Susana, el secreto es desvelado en menos de una agradable hora.  


         La tarde comienza ahora, y debo rematar mi jornada laboral, para que el trabajo dé los frutos pertinentes y este lapsus de tiempo deje el sabor dulce de un juego en un día de curro con final feliz.

         Mañana más ...




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